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El Lago de los Monstruos. Cuento infantil inventado

Un cuento para dormir a niños a partir de dos. Es un cuento personalizado de una breve historia real de monstruos.

Portada del libro Cuentos Infantiles Inventados. Muñeca de trapo con pelo lila.

 

CUENTOS INFANTILES INVENTADOS

CUENTOS PARA DORMIR

Autor: José Tiberius

 

 

CUENTOS PARA NIÑOS

A pesar del título, no se trata de un cuento de terror ni de miedo por el carácter fantástico que tiene y los graciosos y divertidos monstruos que intervienen en él.

Nótese que el estilo del relato sobre monstruos es muy simple, con frases muy cortas e ideas bastante básicas, como hambre, juego, monstruos y amistad.

Como está basado en una historia verdadera de niños-monstruos es un cuento bastante personalizado. No deja de tener gracia que a los niños les pueda gustar cierta identificación con los monstruos.

La historia verdadera consistió en un paseo por un gran parque que tenía un pequeño lago. Las fotos son las del lago y se puede comprobar que efectivamente parecía un lago de monstruos y que provocaba más miedo y terror que el propio cuento.

Es un cuento gracioso, fantástico y con moraleja, pues advierte a los niños del peligro de acercarse demasiado a un lago con la excusa de la existencia de monstruos come niños.

Al mismo tiempo se les insinúa que cualquier cosas rara que observen los niños debe ser comunicada a los padres.

Hay otras moralejas más o menos directas pero las dejo para el análisis del cuenta cuentos y sentido de los niños.

 

EL LAGO DE LOS MONSTRUOS

Érase una vez, en un pueblecito cerca de Bruselas,
que se llamaba Tervuren,
había un gran parque,
y en medio del parque había un bosque gigantesco;
y en ese bosque, había un lago oscuro y tenebroso
en el que vivía un monstruo, que se llamaba Monsta.

Monsta se había comido todos los monstruos
que vivían en el lago
y todos los niños que se acercaban a la orilla del lago
y por eso tenía una tripa enorme y redonda;
ésta era tan grande que, cuando el monstruo se movía,
 le arrastraba por el suelo y, para moverse mejor,
tenía que agarrarse a las ramas de los  árboles
que rodeaban el lago,
y todas estaban medio caídas y casi a la altura del agua.

El lago de los monstruos rodeado de árboles

Monsta, el monstruo, estaba hambriento, tenía hambre;
ya no había nada que comer;
se había comido todos los monstruos,
y los niños ya no se acercaban a la orilla del lago
porque tenían miedo.

Hasta que un día, cerca del lago, había un grupo
de niños jugando al fútbol y un niño chiquitito le dio un
patadón al balón que fue a parar cerca de una esquina del lago.

Monsta, que cada día tenía más hambre, miró a esa cosa
redonda, cerca de la esquina del lago, y pensó:
me la podría comer.
Así que se fue hacia la esquina, arrastrando su tripa y
agarrándose en las ramas de los  árboles y,
de un bocado, se tragó el balón.

Lago con árboles caídos y ramas por el suelo

Entonces, los monstruos y los niños
que estaban dentro de la tripa,
empezaron a jugar un partido de fútbol entre ellos,
y un monstruo le dio un patadón al balón que lo explotó.

Todo el aire del balón salió fuera y la tripa empezó
a hincharse e hincharse hasta que también explotó.

Entonces todos los monstruos salieron fuera de la tripa
y todos los niños se fueron corriendo a sus casitas
a decirles a sus papas ya estamos aquí
y a contarles todo lo que había pasado.

La tripa de Monsta ya no estaba grande y redonda
y no tocaba el suelo y él estaba delgado.
Podía caminar sin agarrarse a las ramas de los  árboles
y, además  tenía amigos.

Había más monstruos en el lago y podía jugar con ellos.
Entonces Monsta pensó:
Ya no voy a comer más monstruos ni más niños.

Y desde ese momento, Monsta solo comía las frutas de los
 árboles que había cerca del lago.

Y cuando los niños se acercaban a la orilla del lago,
Monsta les daba un paseo por el lago en su enorme cola.

Peluche parecido a un bebe dinosaurio con muñequitos sentados en su gran cola

 

Y todos fueron felices, comieron las frutas de los árboles
y colorín, colorado, este cuento se ha acabado,

Y ahora...

¡A DORMIR!