MOLWICK

La paradoja de los gemelos

La paradoja de los gemelos es insalvable con la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein. Con la teoría de Einstein de la Relatividad General se dice que la paradoja de los gemelos se soluciona, pero no puede ser.

Portada de PDF sobre Relatividad. Ilustración de velero en el mar púrpura.

LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD ELEMENTOS Y CRÍTICA

METAFÍSICA GLOBAL

Autor: José Tiberius

Technical assistant:
Susan Sedge, Physics PhD from QMUL

 

 

3.c) Las teorías de Einstein y la paradoja de los gemelos

En un libro de física donde se explica la paradoja de los gemelos, al final se dice: "... Lo que ocurrió fue que las aceleraciones de A alteraron sus procesos biológicos y, aplicando las conclusiones de la relatividad general en el caso de relojes acelerados, encontramos que a su regreso A es más joven que B..."

Aunque fuese cierto, cosa improbable porque no deja de ser un ejemplo imposible e imaginario, no significaría nada respecto a la supuesta relatividad del tiempo.

Gemelos perplejos
Muñeco sapo y su gemelo pensando ¿qué hemos hecho para merecer esto?

Veamos un contraejemplo, tenemos dos trozos de madera idénticos, uno de ellos lo dejamos sin mover y otro lo arrastramos a gran velocidad por el suelo y volvemos al lugar de origen después de unos cuantos kilómetros.

Seguramente ahora haya diferencia entre la "edad" de los dos trozos de madera. Yo lo siento, pero no veo ninguna alteración del tiempo.

Lo mismo ocurriría con la paradoja de los gemelos, uno de ellos sufriría el efecto de la velocidad con alteraciones en su masa y siguiendo con el ejemplo, totalmente irreal, seguramente su metabolismo se podría alterar de forma que podría envejecer rápidamente (en lugar de morir de la emoción).

Ahora bien, sigo sin ver ninguna demostración sobre cambios en la velocidad del tiempo como afirman las teorías de Einstein. Todos sabemos que existen animales con un metabolismo mucho más rápido que el nuestro y no pensamos que vivan en un mundo paralelo ni nada parecido.

Resumiendo, aunque en última instancia pueda ser un ejemplo correcto, la paradoja de los gemelos plantea tres problemas importantes al método científico. El primero ya citado que es un ejemplo matemático e irreal sobre aspectos vitales fuera de su contexto normal. El segundo, porque siguiendo la Teoría de la Relatividad Especial utiliza un lenguaje forzado y lleno de connotaciones técnicas mezcladas con el lenguaje popular.

Finalmente, el tercer problema de la paradoja de los gemelos es que, debido a que la interrelación de los dos primeros apura los límites de la capacidad del cerebro humano, el sentido común se encuentra limitado artificialmente. En otras palabras, ¿por qué no se buscó otro ejemplo o experimento mental que no tuviera tantos inconvenientes?

El tema me parece muy simple, siempre y cuando podamos intercambiar un gemelo por otro (supongo que esa es la idea de llamarse paradoja de los gemelos), si no hay nada que lo impida (como en el supuesto de la Relatividad Especial), nunca uno puede ser mayor que otro. Y, desde luego, no hace falta ninguna ayuda de las matemáticas para este razonamiento tan simple y tan inmediato.

 
  • Explicaciones metafóricas donde la metáfora es la prueba en sí misma

    La famosa parábola de los gemelos es uno de los ejemplos paradójicos que más se utilizan o más conocidos para describir las teorías de Einstein y que más problemas plantean al método científico, puesto que es un experimento mental totalmente teórico e impracticable.

    La paradoja de los gemelos es una contradicción intrínseca a la relatividad del tiempo que no tiene solución sino se aplica la Relatividad General (RG). Es decir, creando sistemas de referencia privilegiados para poder discriminar qué gemelo se mueve o se acelera más, es justo lo contrario de lo que se entiende por relatividad pura.

    Además, la RE siempre será un caso especial de la RG, luego la solución debería estar presente en la primera teoría de Einstein.

    De hecho, la RG en muchos aspectos dice justo lo contrario que la RE; así, con definiciones a medida y con una u otra se acaba explicando casi todo lo real y todo lo imaginario.

Las teorías de Einstein suponen un conjunto de ideas que funcionan. Que funcionan porque realmente incluyen las reglas matemáticas de la naturaleza, no puede ser de otra forma. Ahora bien, el aparato matemático cuando no oculta las leyes físicas las desnaturaliza totalmente.

Cuando he preguntado a auténticos expertos ¿por qué la luz se desvía el doble con la relatividad que con la Ley de la Gravedad de Newton? nadie me ha dado ninguna razón que no fuera matemática. Será que casi nadie o nadie conocen el significado físico de las ecuaciones de campo y sus operaciones para este caso.

Asimismo, eso no quita para que las teorías de Einstein no cometan algún que otro error importante y que, en conjunto, supongan una rémora importante en la actualidad para el desarrollo de la ciencia en esta materia.

También funcionaba la teoría de Ptolomeo respecto al geocentrismo terráqueo, hasta que dejó de funcionar. Las teorías de Einstein significan no ya una vuelta al geocentrismo señalado, sino una acentuación en esa línea, ya que otorgan el privilegio de ser el centro del universo a cualquier punto o partícula que denomina observador.

Ahora bien, en la práctica, la Teoría de la Relatividad General (RG) crea un sistema de referencia privilegiado al situar en la geometría del espacio-tiempo la masa y su efecto gravitatorio; aunque se siga invirtiendo la definición de gravedad respecto a la dicotomía matemáticas-física, para desgracia de la filosofía.

Para acabar este libro, un poco de prosa poética. Además de los gemelos inocentes de la paradoja mental, existen elementos particulares que a mi entender ellos mismos quieren retirarse por no encontrarse a gusto, me refiero a:

  • El furioso amor.

    Atormentado por las quiméricas ecuaciones. ¡Me ha comentado que con la mía está encantado!

  • La relatividad del tiempo y del espacio.

    Una cosa es relativizar el tiempo un poquito, como podría ser en el hipotético caso del enanito rojo venusiano y otra, los cambalaches tan brutales que sufre el pobre mesón antes de desintegrarse, ¡a pesar de su corta vida media!

    Continuando con el mesón, éste también debe tener ojos de águila porque ve cada metro como casi dieciséis de los normales.

    En definitiva, las matemáticas son una herramienta para explicar la realidad, pero alterar la realidad hasta determinados extremos para explicar las matemáticas, me parece que ni el enano mesón lo entiende muy bien.

  • El observador ignorante.

    Un observador querría ser por lo menos tan inteligente como seamos capaces de crearlo.

  • La pálida luz.

    Debilitada por el brillo de las constantes del aburrimiento.

  • La triste gravedad.

    Encerrada en la imaginaria torre del espacio-tiempo matemático.

  • La ciencia.

    Que siente la gravedad del distanciamiento medio ambiental entre el conocimiento científico y su entendimiento básico por la sociedad.

  • La equivalencia.

    Que se siente injustamente limitada y exagerada, ¡según se mire, se piense o se palpe!

De todas formas, no parece una simple tarea el convencer de los errores de las teorías de Einstein para borrarlas del mapa, incluso en el caso de que estuviesen verdaderamente equivocadas.

Con el paso del tiempo se hace más arduo, pero al mismo tiempo se denota que el tiempo no es tan relativo como muchos seres vivos desearían.

¡Tiempo al tiempo!

* * *

 

 

 

Cuando Pollwick acaba el libro relativo,
le dice a Don Magufo:

–¿Por qué no vamos corriendo y se lo decimos a Mª José?–

Éste le responde:

–Bueno, pero ya sabes lo que pasó
cuando le contamos que habías descubierto
que si los hombres son mamíferos, las mujeres son pollíferas.